viernes, 25 de junio de 2010

MAESTRA… Por Vidal Cruz

Enséñeme usted,

Que tal una historia linda,

Un cuento, una leyenda,

Una fábula, una novela,

Con una historia, una trama,

Que mi ilusión haga volar,

Que me transporte al infinito,

Do mi ilusión no ha ido jamás.

Donde caballeros encantados,

Rescatan lindas princesas,

De castillos custodiados,

Por fieros y crueles dragones,

Auxiliados, protegidos,

Por la magia de alguna hada.

En los cuales el amor triunfa,

Y hace a héroes inmortales.

 

Que tal si me enseña,

Sobre el bello universo,

Cosas lindas e importantes,

Que debería yo saber,

Sobre planetas imponentes,

Que surcan el majestuoso cielo,

Con anillos relucientes,

Con historias y hasta mitos.

 

Cuénteme sobre el bello mar,

Ese nunca apacible,

Cuyas olas estremecen,

Hasta al corazón más valiente,

Que esconde en su interior,

Miles de tesoros perdidos,

Por navíos extranjeros,

O por piratas, escondidos.

Cuénteme de sus peces,

De sus corales y arrecifes,

De sus montañas, sus volcanes,

También de sus arenas grises.

 

Enséñeme maestra,

Sobre sumas sobre restas,

Sobre fracciones y potencias,

Cosas muy, muy importantes.

 

Sí maestra por favor enséñeme,

Sobre violetas, tulipanes,

Sobre rosas y jazmines,

Sobre flores de mil colores.

Insisto, por favor enséñeme,

Sobre selvas encantadas,

Con animales fieros,

Con animales lindos,

Que la inspiración de algún poeta,

Haya inmortalizado.

Al relatar alguna historia,

Al recitarles un poema.

 

Cuénteme si, maestra,

Cosas dulces, cosas bellas,

Cosas que jamás ni nunca,

Me hubiera imaginado,

Que rebasan los límites,

De mi corta imaginación,

Que abran las puertas a un mundo,

De sueños y de ilusión.

martes, 1 de junio de 2010

SILUETA...Por Vidal Cruz...


Con el corazón adolorido,

Su mente puesta en no sé qué,

Va ese mi amigo,

Piensa en la que se fue.

 

Ella la más dulce de todas,

Cierto día se marchó,

Ni un canto, ni una oda,

Al despedirse le brindó.

 

Caminando silencioso,

Recuerda momentos bellos,

Y a él vuelven ansiosos,

Los recuerdos todos ellos.

 

El sol se ha elevado,

Allá en el infinito cielo,

Su silueta ha clavado,

Frente a él en el suelo.

 

Con su cabeza caída,

Y esa mirada vaga,

La idea no cobija,

Que ella lo abandonara.

 

Vacilante en la fuente,

Su silueta entonces mira,

El agua va tras la corriente,

Y comprende la despedida.