sábado, 4 de diciembre de 2010

Sueño... Por Vidal Cruz




Te colaste en mis sueños,

Justo al final de la noche,

Cuando el fresco de la aurora,

Escurríase en mi ventana.

 

Con tu sonrisa bella,

Esa que me provoca,

Con esos labios tersos,

Que volver a besar quiero.

 

Imaginé tus labios dulces,

Si, muy pegados a los míos,

Recorriendo poco a poco,

Cada palmo de mi cuerpo.

 

Tu cuerpo, mi cuerpo,

Juntos en una canción sin final,

En un susurro al oído,

Sueño del que no quiero despertar.

viernes, 25 de junio de 2010

MAESTRA… Por Vidal Cruz

Enséñeme usted,

Que tal una historia linda,

Un cuento, una leyenda,

Una fábula, una novela,

Con una historia, una trama,

Que mi ilusión haga volar,

Que me transporte al infinito,

Do mi ilusión no ha ido jamás.

Donde caballeros encantados,

Rescatan lindas princesas,

De castillos custodiados,

Por fieros y crueles dragones,

Auxiliados, protegidos,

Por la magia de alguna hada.

En los cuales el amor triunfa,

Y hace a héroes inmortales.

 

Que tal si me enseña,

Sobre el bello universo,

Cosas lindas e importantes,

Que debería yo saber,

Sobre planetas imponentes,

Que surcan el majestuoso cielo,

Con anillos relucientes,

Con historias y hasta mitos.

 

Cuénteme sobre el bello mar,

Ese nunca apacible,

Cuyas olas estremecen,

Hasta al corazón más valiente,

Que esconde en su interior,

Miles de tesoros perdidos,

Por navíos extranjeros,

O por piratas, escondidos.

Cuénteme de sus peces,

De sus corales y arrecifes,

De sus montañas, sus volcanes,

También de sus arenas grises.

 

Enséñeme maestra,

Sobre sumas sobre restas,

Sobre fracciones y potencias,

Cosas muy, muy importantes.

 

Sí maestra por favor enséñeme,

Sobre violetas, tulipanes,

Sobre rosas y jazmines,

Sobre flores de mil colores.

Insisto, por favor enséñeme,

Sobre selvas encantadas,

Con animales fieros,

Con animales lindos,

Que la inspiración de algún poeta,

Haya inmortalizado.

Al relatar alguna historia,

Al recitarles un poema.

 

Cuénteme si, maestra,

Cosas dulces, cosas bellas,

Cosas que jamás ni nunca,

Me hubiera imaginado,

Que rebasan los límites,

De mi corta imaginación,

Que abran las puertas a un mundo,

De sueños y de ilusión.

martes, 1 de junio de 2010

SILUETA...Por Vidal Cruz...


Con el corazón adolorido,

Su mente puesta en no sé qué,

Va ese mi amigo,

Piensa en la que se fue.

 

Ella la más dulce de todas,

Cierto día se marchó,

Ni un canto, ni una oda,

Al despedirse le brindó.

 

Caminando silencioso,

Recuerda momentos bellos,

Y a él vuelven ansiosos,

Los recuerdos todos ellos.

 

El sol se ha elevado,

Allá en el infinito cielo,

Su silueta ha clavado,

Frente a él en el suelo.

 

Con su cabeza caída,

Y esa mirada vaga,

La idea no cobija,

Que ella lo abandonara.

 

Vacilante en la fuente,

Su silueta entonces mira,

El agua va tras la corriente,

Y comprende la despedida.

lunes, 17 de mayo de 2010

PENSAR EN TÍ... Por Vidal Cruz



Como no pensar en tí,

si me has robado completo el corazón,

como no querer estar junto a tí,

si eres artífice de mi dulce pasión.


Al ver las nubes en el cielo infinito,

llevadas, arrastradas por el viento,

imagino mi vida en silencio,

corriendo enloquecida tras tu amor bendito.


Una rosa en el jardín de mis ilusiones,

la más roja, la más grande, la más bella,

eres tú y de mi corazón la reina,

la dueña de mis sueños, mis pasiones.

jueves, 29 de abril de 2010

SUEÑA... Por Vidal Cruz

Sueña… bella… sueña…

El más hermoso sueño de los mortales,

Surca el cielo, y vuela al infinito,

Más allá, si más allá de las estrellas.

 

Vuela… bella… vuela…

Toma el sendero que el corazón te ha marcado,

Ve y conquista, con pasión lo inexplorado,

Ve a lo más alto donde nadie ha llegado,

 

Conquista… bella… conquista…

Conquista el mar con tu velero encantado,

Que ni el viento ni las olas te detengan,

Que la tormenta no te asuste, no te rindas.

 

Canta… bella… canta…

Has que el mundo a tu voz se una y cante,

Que las aves al escuchar tu voz exhalen,

Con candor la más augusta melodía.

 

Sueña… bella… sueña…

Vuela… bella… vuela…

Conquista… bella… conquista…

Canta… bella… canta…

Que tu corazón en tu cruzada te dirija,

Te lleve a la cúspide de lo que tu alma ha soñado.

martes, 20 de abril de 2010

ME HAN VISTO LLORAR (canción).


Que me han visto llorar, hoy dicen por allí,

Que me han visto llorar, con desesperación,

Que me han visto llorar, se preguntan por qué,

Intuyen que un amor, que un amor perdí,

Que me han visto llorar, cuando al amanecer,

Veo el sol salir, tras la cima desnuda,

De aquella colina, que fue en otro tiempo,

Una muda testiga, de mi amor por ti.

CORO 1

No encuentro las palabras, todas se han terminado,

No encuentro las palabras, para decir que pasó,

Una triste amargura, una pena en mi alma,

Un dolor que me abraza, es mi pasión por ti.

II

Que me han visto llorar, hoy dicen por allí,

Que me han visto llorar, con desesperación,

La verdad es así, una angustia hay en mí,

Y no encuentro que hacer, no encuentro donde ir.

Aun las olas y el viento, y también el silencio,

Mis huellas en la arena, ya no puedo sentir,

Sé que estás tú en ellas, en las cosas más bellas,

Y todas las estrellas, me recuerdan a ti.

CORO 2

No encuentro las palabras, todas se han terminado,

No encuentro las palabras, para decir que pasó,

No se diga ya más, el dolor que me abraza,

Lo que llevo en mi alma, es mucho amor por ti.


lunes, 19 de abril de 2010

TE EXTRAÑO... Por Vidal Cruz

Te extraña mi corazón vida mía,

Te extraña y llora, llora por ti,

En las noches más oscuras, en silencio,

Con dolor gime, solloza mi corazón.

 

Cuando el sol tras el ocaso se ha metido,

Y las tinieblas me cercan, me trituran,

Y una estrella en el infinito se asoma,

Te recuerdo, y te siento a mi lado.

 

Como no extrañar tus lindos ojos,

Tu figura, esa que tanto me provoca,

Esos labios carmesí, que besar quisiera,

Y ese cuerpo que tener en mis manos anhelo.

 

Escuchar el timbre de tu voz tierna,

Que penetre a lo profundo de mis sentidos,

Que haga temblar mi cuerpo, desesperado,

Y me lleve a la gloria para hacerte mía.

jueves, 15 de abril de 2010

CUANDO UN CORAZÓN LLORA (Por Vidal Cruz.)


Cuando el corazón llora, no importan las palabras,

Cuando el corazón llora, gime, sufre el alma;

Cuando el corazón llora, sientes que se acaba el mundo,

Cuando el corazón llora, es simple, el corazón llora.

 

Por un perdido amor, que lo llenó de ilusiones,

Por un perdido amor, que se arraigó en mis sentimientos;

Que había dado vida a un millón de fantasías,

Que se había robado completito el corazón.

 

Y dime qué hago yo ahora vida mía,

Dime que hago con mi corazón destrozado;

Dime que hago con mi corazón herido,

Dime que hago con mi corazón en pedazos.

 

Dime que hago con mis ilusiones frustradas,

Dime que hago con mis tantas fantasías,

Si de mi mente tú te has posesionado,

Si en mi pensar estás tú de noche y de día.

 

Cual el sol en el horizonte al ocaso,

Te veo alejarte poco a poco sobre las olas,

Del mar agitado de la ilusa vida mía,

Y te pierdo en un susurro en un suspiro.


martes, 6 de abril de 2010

INSPIRACIÓN... Por Vidal Cruz

Quise escribir un verso,

Una sola línea para una poesía,

Pero fue tan imposible,

Encontrar la perfecta inspiración.


Miré entonces las paradisiacas montañas,

Con su radiante verde esmeralda,

Con su aroma a rosas y jazmines,

Con su fragancia matizada de azahares.


Con esos árboles de pino, imponentes,

Con esas flores que alegran la existencia,

Verdes vallados que alucinan los sentidos,

Y esa brisa que hasta el alma penetra.

Miré luego las esbeltas estrellas,

Que poblaban el oscuro, negro cielo,

El sol la luna, nebulosas y galaxias,

Pero no fueron suficiente inspiración.

 

Imaginé el profundo… azul océano,

Con sus gigantes criaturas en millones,

Con sus corales y flamantes arrecifes,

Con sus tesoros incrustados en la arena.

 

Más ninguna de ellas fue suficiente,

Mi inspiración aun no llegaba,

Se había perdido entre las sombras y el silencio,

Se había perdido entre la aurora y el ocaso.

Apareciste tú… dibujada entre jazmines,

Entre cantos de canarios y jilgueros,

Entre las nubes del más lindo… azul celaje,

Entre torrentes de ilusiones encantadas.

 

Recordé tu voz…

Esa linda que vibraba en mis oídos,

Como cuerda melodiosa de la lira,

Penetrando a mi frágil corazón.

 

Recordé tus ojos…

Cual luz de la aurora brillando en las tinieblas,

Esos ojitos café… castaños…

Esos ojitos pintados de dulce miel.

Ah… esa sonrosada boquita…

Pintada, dibujada con rosas… con fresas,

Con sangre carmesí… escarlata,

Con el brillo del sol al ocaso…

 

Y esa cabellera rubia…

Rubia aunque no la recordaba así…

Que se mecía al correr el viento,

Que se mecía y volaba hacia mi…

 

Fue la inspiración más dulce,

Fue la inspiración perfecta,

Fue la inspiración que hizo,

Que escribiera el mejor verso para esta poesía.


miércoles, 24 de marzo de 2010

MI REGALO (por Vidal Cruz)

Para la más linda dama,

un beso, un abrazo,

envuelto, empacado,

en un fugaz suspiro,

sacado del alma,

adornado con perlas,

y... como flor...

mi rojo corazón abierto,

de tí enamorado.



jueves, 11 de marzo de 2010

CONQUISTAR TU CORAZÓN... (Por Vidal Cruz)

Quise enlazar contigo mi corazón,

Quise abrir las ventanas de mi alma;

Para darle un baño fresco a mi ilusión,

Y soñar contigo en dulce calma.

 

Quise alcanzarte justo allí en las estrellas,

Volar en una nube azul de ensueños;

Para traerte hasta mi y ser el dueño,

De tu corazón y tu sonrisa bella.

 

Quise surcar el cielo infinito,

Más allá de la nebulosa de Orión;

Y penetrar aunque sea un poquito,

En tu vida y conquistar tu corazón.

lunes, 22 de febrero de 2010

PENSABA EN TI. Por: Vidal Cruz


Son mis sueños manantial de ilusiones,

tus recuerdos mares sin fin de fantasía;

que evoca en silencio el alma mía,

 remembrando para tí mil canciones.


En las noches cuando la penumbra me cobija,

con pasión miran de lejos las estrellas;

y celosas de tí y de mí todas ellas,

ruegan al alba que disipe la noche en día.


Pensaba en tí muy bien lo sabes,

mi ilusión divagaba en el silencio;

Mis sueños se fugaron como naves,

buscando en el horizonte, la ilusión que me dejaste.

jueves, 4 de febrero de 2010

MAR Y CIELO

Luna no te equivoques, no era por ti, era por la hermosa mar y el espléndido cielo.

Ese cielo que dignábase tocarte en el lejano horizonte, no era por ti, lo dije, lo sabes, era por su amor.

Es cierto, que con tu luz refulgente alegrabas las noches oscuras, y le brindabas al corazón la más dulce esperanza, la misma que abrigaba en el fondo de mi alma, mi ilusión.

Yo que te amé desesperadamente, yo que abrí mi corazón hacia ti, yo que te di toda mi alma en un suspiro, yo que moría tan sólo por tu amor.

Y tú, tú tan lejana, como golóndrina del árido verano, ni siquiera una mirada fría, mucho menos una sonrisa, que apaciguara la sed de mi alma, que alegrara mi corazón marchito.

Es muy cierto.

Eras la luna más tierna, que consolábame en las noches oscuras, cuando el corazón derretido en mil pedazos, con angustia tu voz esperaba.

Eras mi fiel compañera, cuando la brisa tan sólo susurraba, cuando las estrellas en el firmamento, celosas de ti me miraban.

Y tú tan lejos, y mi ilusión volando hacia ti, para traerte de allí a mi lado, para sentir que estabas aquí, para sentir tus caricias que añoro, los besos que no recibí.

Sin embargo estás en mi alma, en lo más profundo de mi corazón, y no hay un solo día que pase, sin que pose en ti mi ilusión.

miércoles, 20 de enero de 2010

YIRE


Estaba mi alma hecha pedazos, era grande mi cruel decepción, mi corazón gemía y clamaba, lloraba y pedía como un grito lastimero, implorando tu respuesta, tu ayuda, tu consuelo…

El día estaba matizado, es difícil de explicar, con sus locos altibajos, presionando mis sentidos y mi mente aturdiendo, bien lo sé.

La mañana había sido fría, como el ártico, y en el fondo se diluía mi corazón, desprendiéndose en gemidos, desmoronando mi aguerrida ilusión.

Un recuerdo se llegó a mi mente y no encontré la respuesta a su mirar, esa sonrisa penetrante que día tras día, hace palpitar con emoción mi corazón.

En un instante la escena cambió, de dura, de difícil, de carga agobiante prendida de mis hombros, se tornó en la escena más dulce, con tanta alegría, tan difícil de comparar…

Pedía de tí el más grato milagro, la respuesta más pronta y tú respondiste… brindaste el auxilio que mi vida extrañaba… sé que fuiste tú, tú estuviste siempre allí…

Le diste a mi vida lo que tanto anhelaba y a ella tomaste con trémula mano, la levantaste de donde caída, triste, con dolor se encontraba.

La dulce noticia de tu respuesta inmediata, hizo alegrar mi corazón, saltaron mis ansias que desesperadas gritaban, esperaban en ti, el proveedor.

Gracias por todo mi Dios, mi Señor…


martes, 19 de enero de 2010

LA NOCHE EN QUE ESTABA TRISTE MI CORAZÓN... (Por Vidal Cruz)

Caminaba por la playa, era el más lindo atardecer, el sol se dibujaba en el cielo matizando el infinito con la brillantez del colorido arcoíris, que se desfragmentaba en una lúcida caricia a mis sentidos.

Mi soledad fue grande, lo pude comprender y aun observando tan magnánimo evento, una lágrima se escapó de mis ojos.

Caminé por la suelta arena y mis huellas se dibujaban, de pronto una que otra ola traicionera se acercaba y atrevía a borrarlas.

Sentí que mi vida sucumbía a las sombras de la noche y sólo el ruido de las olas era mi estruendoso compañero.

A lo lejos, allá en el manto azul del océano, se dibujaba una y luego otra barca, en la cual los lugareños realizaban sus labores para buscar su sostén.

Un perro a lo lejos ladraba con alegría como si hubiese en ese instante, recibido la caricia de la mano amiga de su amo.

Era una angustia plena la que sentía en mi interior.

De pronto, las pinceladas oscuras de la noche fueron borrando tan bello esplendor, y como salida de un cuento de hadas, la noche oscura comenzó a esconder el augusto día tras el efímero ocaso.

Allá a lo lejos una nube como burlando el celaje inmenso comenzó a resplandecer, era un destello opaco, como si no tuviera el valor suficiente para enfrentar aquel manto inmenso que ensoberbecido intentaba despojarla de su luz.

Mi mente desvariaba, lo sé, sin embargo al ver aquella estrella que asomaba su carita como pidiendo de favor dejarse ver, imaginé ese cielo, matizado de mil colores y mi sueño cambió.

A lo lejos, otra y… otra y… otra, una por una fueron apareciendo y la visión de triste y tenebrosa se convirtió en un manto de perlas que mis sentidos animó.

Recordé momentos dulces y una sonrisa forzada en mi faz se dibujó.

Regresé lentamente, como contando los pasos, y una canción se retorció como un ingrato nudo en mi garganta…

Era ese un grito de dolor que embriagaba plenamente mi empequeñecido corazón.

Las olas siguieron su ruidoso tumulto, azotando en la arena; las sombras de la oscuridad se quedaron atrás; las estrellas en el cielo siguieron brillando, la brisa una caricia en el rostro me regaló… y volví tras mis huellas borradas, con mi corazón resquebrajado, casi llorando de alegría, y a la vez de dolor… era la noche… esa noche cruel… la noche en que estaba triste mi corazón…