Nadie podrá decir que no te amé,
Nadie dirá que cruel yo fui;
Nadie dirá que te engañé,
Jamás nadie lo dirá de mí y de tí.
Que te amé primero en silencio,
Tú lo sabes;
Que quise ser muy tuyo,
Y que fueras para mí;
Que nadie te amará,
Como yo lo hice;
Que tus versos perdidos en el cielo infinito,
Volvieran a mí.
Que las luces que ayer se ocultaron,
Pudieran ahora resplandecer;
Que me amaras como más un día me amaste,
Que le dieras sentir nuevo a mi ser.
Tu silencio, tu mirada, tus ojos,
Tus labios sonrosados de miel;
Tu boca un dulce jardín de perlas,
Que se perdió en el silencio, y jamás volvió a mí.
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